Yo soy el camino, y la verdad, y la vida (Juan 14:4-6)

Tomás, el discípulo, estaba turbado en su corazón porque su Señor se iba y no podía traer a su corazón las promesas que el Señor le había hecho. Pero Cristo le responde con paciencia, le dio una enseñanza y la aplicó a su corazón. Cristo le recordó a sus discípulos que su destino era el Padre, y ellos debían buscar el mismo destino. Y el camino para llegar allí es Cristo. Él es el camino de verdad en oposición a los falsos caminos del mundo. Es un camino exclusivo, no hay otro camino al Padre, solo Jesucristo. Él es el camino de vida, porque su destino es la vida eterna con el Padre, y porque recibimos vida, no al final del camino, sino en el mismo momento en el que entramos en él. Y ninguno de los que entran por la fe a este camino se perderá. ¿Cómo puede entrar a este camino? Creyendo en Jesucristo como el único camino al Padre, descansando en él para el perdón de tus pecados.

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