Victoria en la tentación

El Señor Jesucristo nos enseña aquí a pedir por la libertad de las tentaciones, no solo para que busquemos nuestro propio bienestar, sino para tener una vida que exalte su nombre sobre todas las cosas. Esta oración reconoce la maldad de nuestro corazón y pide a Dios que nos guarde de las pruebas en las cuales nuestra debilidad nos pueda conducir a pecar. Así mismo, al reconocer las maquinaciones de Satanás y su influencia maligna, debemos de rogar al Señor que nos libre de tropezar. No podemos vencer ninguna prueba si no somos sostenidos por el Padre.

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