Varón de dolores (Isaías 53:3)

La vida de Cristo se caracterizó por el continuo dolor, y es por eso que el profeta Isaías lo llama «Varón de dolores». Cristo se dolía por el pecado de la humanidad. Se dolió cuando viola incredulidad del hombre. Se dolió al ver las consecuencias del pecado y la muerte en los hombres. Sufrió pobreza, tentación y el abandono de sus amigos. Sufrió la debilidad en su cuerpo. Y el clímax de su dolor fue en la cruz cuando sufrió los dolores del calvario y el abandono de su Padre. Y aunque el cristiano no es librado del dolor y el sufrimiento en esta vida, puede estar seguro de que, por la gracia de Cristo, nunca experimentará el dolor de ser abandonado por el Padre.

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