Un llamado al corazón (Hageo 2:10-19)

Una vez más el remanente de Israel que había regresado del cautiverio babilónico se encontraba desanimado en la labor de reedificar el templo de Jerusalén. Ellos veían que la bendición de Dios no venía y, por el contrario, enfrentaban adversidades. Entonces Dios vuelve a exhortar al pueblo por medio del profeta Hageo. Lo primero que les hace ver es que su corazón estaba sucio y su obra y adoración estaba siendo contaminada. En segundo lugar, les muestra que las adversidades por las que pasaban tenían el propósito de que se arrepintieran de su pecado y su corazón fuera santificado. En tercer lugar, Dios les muestra que la bendición divina no se trata de prosperidad material, sino de tener comunión con Dios mismo. ¿Cómo se encuentra tu corazón? ¿Estás sirviendo y adorando al Señor con corazón limpio o solo de forma externa? El Señor pide tu corazón.

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