Un llamado a la esperanza (Hageo 2:20-23)

El profeta Hageo había exhortado al pueblo de Israel que había regresado del cautiverio y que tenía por delante la tarea de reconstruir el templo. Hageo había llamado al pueblo a la autoexaminación, al arrepentimiento, a dejar la negligencia, a que cobraran ánimo y a que pusieran manos a la obra. Finalmente, Hageo llamó al pueblo a que pusieran sus ojos en la esperanza que les aguardaba. Como cristianos también podemos desalentarnos al ver la maldad que nos rodea, la indiferencia del mundo al evangelio, y nuestra aparente insignificancia. Sin embargo, el Señor nos recuerda por medio del profeta Hageo que los reinos de este mundo serán juzgados y el Reino de Cristo será firmemente establecido. Tarde o temprano nuestro Señor será glorificado y toda rodilla se doblará delante de él. Hay una verdadera esperanza porque nuestro Dios es fiel.

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