Sustentador, Purificador y Señor (Hebreos 1:3)

Cristo es superior a los profetas porque él es el Sustentador del universo, el Purificador de nuestras almas, y el Señor de gloria. Como Sustentador, Cristo mantiene en existencia toda la creación en cada momento por la palabra de su poder; además de que guía al mundo conforme a su propósito. Como Purificador, Cristo, siendo verdadero Dios, se hizo hombre para morir en la cruz y limpiar a los que estaban contaminados por el pecado. Como Señor, Cristo se sentó a la diestra de la majestad en las alturas para demostrar que su sacrificio estaba completo y que ahora era digno de toda gloria.

Compartir: