Santificados por la consagración de Cristo (Juan 17:17-19)

Nuestro Señor Jesucristo desea que seamos cada vez más santos, es decir, que seamos más consagrados para él y que seamos transformados a su imagen para poder servirlo en este mundo. ¿Hasta que punto desea nuestra santidad el Hijo? Cristo desea tanto nuestra santificación, que él se consagró completamente. En otras palabras, Él vivió, caminó perfectamente ante la ley de Dios, y murió en la cruz a fin de salvarnos, perdonarnos de nuestros pecados y santificarnos. Esto es de exhortación para que deseemos ser cada vez más santos, pues Cristo se consagró con ese propósito. Además nos consuela, porque la santificación es una gracia que procede de la victoria de Cristo. Y esta verdad debe animar nuestros corazones a adorar al Dios Trino que ha obrado el gran milagro de transformar pecadores en hombres que participan de la santidad de Dios en Cristo.

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