Religión muerta (Juan 18:28)

Después de haber sido juzgado por los judíos Anás y Caifás, Jesús fue llevado para ser juzgado ante Pilato, una autoridad romana. Los judíos no podían condenar a alguien a la pena de muerte, así que buscaron que el gobierno romano les permitiera matar a Jesús. Pero Juan se toma el tiempo para dar un detalle interesante: cuando el sanedrín y los fariseos llevaron a Jesús ante Pilato, «no entraron en el pretorio para no contaminarse, y así poder comer la pascua». Esto nos muestra dos ironías de una religión muerta. Por un lado, ellos se preocupaban por los ritos externos sin prestar atención a la pureza interior y a su vida espiritual privada. Por otro lado, ellos tenían una religión externa llena de hermosos ritos, pero sin la sustancia de la religión verdadera, esto es, sin aceptar a Jesucristo como el cordero y único salvador de los hombres. ¿Vives en una religión muerta, guardando una religión externa sin vida espiritual interna?

Compartir: