Recuerda, para no caer (Hebreos 3:1)

Después de habernos dado una elevada visión de Cristo, el autor quiere aplicar esas verdades a los corazones de sus lectores. Lo primero que hace es recordarles a los cristianos cuál es su identidad, es decir, quiénes son. El saber quiénes somos en Cristo nos ayuda a rectificar nuestros caminos y nuestras acciones para vivir de forma agradable a Dios. En primer lugar, la palabra «hermanos» nos recuerda que hemos sido perdonados y somos hijos de Dios. En segundo lugar, hemos sido santificados por Dios y nuestro propósito es vivir en santidad al conformarnos a la imagen de Cristo. En tercer lugar, somos participantes del llamamiento celestial, lo cual hace que pongamos nuestros ojos en las cosas de arriba y no en las de la tierra.

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