Pide, busca, llama

El Señor anima a sus discípulos a que oren y lo hace poniendo una promesa delante de ellos. ¿A quiénes hizo esa promesa el Señor? ¿Promete que vamos a obtener todo lo que queramos? ¿Cómo embona este texto en el contexto? ¿Por qué a veces no vemos la respuesta de Dios? Ya sea que estemos débiles en la oración por los afanes y la negligencia, o estemos desanimados por la falta de respuesta, o tengamos temor de no querer abrumar a Dios con nuestras peticiones que consideramos insignificantes, esta exhortación y mandamiento nos será de utilidad.

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