Pámpano infructífero, al fuego (Juan 15:2-6)

El concepto de Cristo como la vid verdadera y los pámpanos nos nos transmite la verdad teológica de la profunda unidad que tiene el cristiano con Cristo. Esta es una profunda unidad espiritual, de tal forma que la vida de Cristo, sus bendiciones y todo lo de él nos es dado. La hermosura de nuestra salvación es esto: que no solo recibimos dones de Cristo, sino que en la salvación Cristo mismo nos es dado. ¿Estas en Cristo? Si es así, ¿estás dando fruto? Porque si eres un pámpano infructuoso que él arrancará de la vid para ser echado al fuego. Eres un falso discípulo de Cristo. Y, ¿cuál es el fruto del que se habla aquí? Permanecer en el amor de Cristo, obedecer y guardar sus mandamientos y amar a los santos.

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