Padre, la hora ha llegado (Juan 17:1)

Las primeras palabras de la oración de nuestro Señor Jesucristo establecen la base para que podamos comprender qué es lo que está pidiendo. Su primer palabra es, «Padre». Su amado Padre era el único a quien podía ir para encontrar consuelo y esperanza cuando la hora de su muerte en la cruz se acercaba. Cristo le llama a Dios «Padre» de una forma en la que nadie más puede llamarle, porque Jesús es el Hijo unigénito de Dios. Esto es un motivo de consolación para su pueblo porque esto quiere decir que todas sus oraciones serán contestadas. Y también es un motivo para clamar al ese mismo Padre en el día de la prueba, pues hemos sido adoptados por la obra de Cristo.

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