Padre justo (Juan 17:25-26)

El Señor Jesucristo oró a su Padre en voz alta para que sus discípulos fueran consolados. Y con las últimas palabras de su oración los fortalece en la fe al mostrarles que no tienen por qué dudar si las peticiones que Cristo ha presentado a su Padre serán contestadas o no. Para ello les recuerda que el Padre es justo, y por ello no puede cometer la injusticia de negar sus palabras y sus promesas. Además, siendo justo, el Padre contesta toda petición que es justa y buena. Finalmente, la justicia del Padre nos recuerda que él no se resiste a contestar las peticiones de su amado Hijo Jesucristo el Justo. Esto quiere decir que si estamos en Cristo realmente seremos guardados y llegaremos al final.

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