Este es el último sermón en el cual trataremos el segundo mandamiento. Hasta ahora hemos visto la razón por la cual se prohíbe y base de esto, lo que positivamente requiere… requiere que le adoremos en espíritu y en verdad.
Hoy veremos lo que prohíbe, hacer imágenes, adorar imágenes aunque no sean de Dios, y prohíbe que adoremos imágenes conforme a nuestra propia imaginación, la encarnación de Cristo no ha cambiado la esencia de este mandamiento, El Trino Dios sigue siendo irretratable, pues este mandamiento sigue y vigente y prohíbe que hagamos imágenes incluso en la encarnación el apóstol Pablo menciona que Él es invisible y que habita en Luz inaccesible y esto nos ayuda a entender que ni aun de la encarnación podemos hacernos imagen de Cristo.
Deuteronomio 4:15 nos enseña que retratar a Dios no solo es ofensivo a Dios, sino que también es peligroso. Guardad, pues, mucho vuestras almas para que no os corrompáis. Hay varios peligros que existen y deforman la imagen de Dios y esto aplica con consecuencias para nosotros, pues no hay imagen que lo pueda contener.