No seas perezoso en la fe (Hebreos 6:12-16)

El apóstol llama a los hebreos a que no sean perezosos espirituales al exhortarlos a vivir por fe y paciencia imitando el ejemplo del patriarca Abraham. Abraham había recibido la promesa de que Dios le daría un hijo y lo haría una gran nación. Pero una vez que tuvo a su hijo Isaac, Abraham tuvo que resistir la difícil prueba de sacrificar a su propio hijo. Y la razón por la que Abraham obedeció fue porque creyó que Dios sería fiel a su promesa. Esa misma paciencia y fe somos llamados a imitar, porque al confiar en las promesas de Dios no estaremos sin fruto y no retrocederemos jamás. Y sobre todas las cosas, somos llamados a poner los ojos en la simiente de Abraham, el Señor Jesús, el autor y consumador de la fe, pues solo así tendremos esperanza y perseveraremos hasta el fin.

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