Mi reino no es de este mundo (Juan 18:33-39)

En el evangelio de Juan se presentan dos características del reino de Cristo que lo hace diferente a todos los reinos de este mundo. En primer lugar, el reino de Cristo es divino y espiritual. Aunque este reino no se opone a la materia como tal, el hecho de que es divino y espiritual significa que se establece por la obra del Espíritu Santo. En segundo lugar, el reino de Dios está fundado en la verdad, es decir, en la obra y persona de Cristo y en su palabra. Reconocer estas dos verdades acerca del reino de Dios nos exhorta a depender del Espíritu y a testificar de la verdad del evangelio tanto con nuestros hechos como con nuestras palabras en medio del reino de las tinieblas.

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