Juan comienza el capítulo 7 mencionando un detalle importante del contexto. Era el tiempo de la fiesta de los tabernáculos, una fiesta de regocijo y celebración por la providencia de Dios al pueblo de Israel en el desierto. Esta providencia incluía la provisión y protección paternal de Dios en medio de un ambiente hostil, pero también los tiempos de prueba que los israelitas experimentaron y que reprobaron. Sin embargo, aquí tenemos a Jesús siendo probado por sus hermanos para que obtuviera la gloria de los hombres en vez de la gloria de su Padre. Pero Cristo salió victorioso al seguir el camino de la obediencia y el sufrimiento de acuerdo a la voluntad del Padre.