La sepultura de Jesús (Juan 19:40-42)

En este pasaje el evangelista nos narra la sepultura de Jesús. La sepultura de Jesús fue aquel evento ordenado por Dios en el cual el cuerpo de nuestro Señor Jesucristo fue embalsamado según la costumbre judía y puesto en un sepulcro que nunca antes había sido usado y que fue sellado con una piedra y guardado por soldados. La pregunta es, ¿por qué es tan importante la sepultura de Jesús? En primer lugar, porque confirma que Jesús realmente murió, es decir, que su cuerpo quedó inerte por tres días y su alma se separó de él. En segundo lugar, porque nos recuerda de lo milagroso que fue la resurrección. En tercer lugar, porque nos recuerda del triunfo de Jesús. Cuando el cuerpo del Señor estaba en el sepulcro, su alma estaba en el Seol, el lugar de los muertos, concluyendo su tiempo de humillación e iniciando su tiempo de exaltación. Así que, si Cristo fue sepultado por nosotros, no debemos temer la muerte como un castigo de Dios, sino que debemos verla como el paso a la presencia de Dios. Además, nos recuerda que servimos a un victorioso salvador, que realmente estuvo muerto, pero resucitó.

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