La pasión de Cristo: Glorificar al Padre (Juan 17:1)

¿Cuál era la motivación de Cristo al elevar su oración al cielo? Su motivación era la misma que lo había hecho despertar cada mañana y vivir cada día: glorificar a su Padre. Esa era la más grande pasión de Cristo, que por medio de su vida todos los hombres pudieran conocer la gloria del Padre y reconociesen lo grande y majestuoso que es. Si Cristo vivió para glorificar al Padre, nosotros los cristianos también debemos de hacer todo para su gloria. Esa debe ser la motivación y meta de nuestra vida. Dios nos creó para darle gloria, pero además nos ha redimido con ese mismo propósito y nos manda que lo alabemos, lo amemos y lo obedezcamos.

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