Este texto nos describe lo que es estar en el vínculo del matrimonio. Expresa un sentido de pertenencia. La mujer dice, «Él me pertenece y o le pertenezco.» Esto nos enseña acerca de la unión que existe entre Cristo y el creyente. Los creyentes pueden decir que le pertenecen a Cristo porque el Padre dio a su Hijo por ellos, porque Cristo los compró con su propia sangre, y porque el Espíritu Santo los ha transformado para que se entreguen voluntariamente a Cristo. De manera que todo lo que es de Cristo ahora es de los creyente. El que tiene a Cristo lo tiene todo. Esto nos debe llevar a predicar de este amor de Cristo y examinar si nuestra vida refleja una sumisión a él.