La gracia multiplicadora (2 Corintios 9)

Después de haber visto el motivo de la generosidad, a saber, el evangelio de la gracia de Dios en Cristo, ahora veremos tres principios importantes para ofrendar. El primer principio es que no debemos ver las ofrendas como un gasto sino como una inversión, una inversión celestial. En segundo lugar, debemos examinar la motivación del corazón para ofrendar de corazón, voluntaria, generosa y alegremente, así como Dios ha tratado con nosotros en el evangelio. En tercer lugar, nuestra ofrenda debe proceder de nuestra confianza en Dios como aquel que es poderoso para proveernos todo lo que necesitamos. Finalmente, la ofrenda tiene un efecto multiplicador, es decir, produce acciones de gracias que glorifican a Dios.

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