La copa, el Padre y el Hijo (Juan 18:10-11)

Cuando llegó la muchedumbre para arrestar a Jesús, Pedro sacó su espada para intentar matar al siervo del sumo sacerdote. Pero Jesús le ordenó que guardara su espada. ¿Por qué? ¿Por qué Jesús no permitió que lo defendieran por medio de la espada? Una de las razones es porque no le era permitido a Pedro ejercer violencia contra la autoridad que Dios estableció. Pero la razón más importante era porque Pedro estaba estorbando el gran plan del glorioso evangelio de Cristo. Era necesario que el Hijo recibiera la copa de la maldición de parte del Padre. La copa simbolizaba los sufrimiento físicos de Cristo, el castigo de Dios y el abandono del Padre. Y esto fue lo que bebió Cristo de forma voluntaria y hasta los sedimentos.

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