La alimentación milagrosa (Juan 6:1-15)

Este es uno de los pasajes más conocidos de la Biblia pero también más mal interpretados. Si el propósito de Juan no era enseñarnos a ser generosos o a dar a Dios lo que tenemos confiando que él lo va a multiplicar, ¿cuál era su verdadero propósito? Es revelarnos la excelencia de la persona y la obra de Cristo. Por medio de este milagro, Cristo se revela como un mayor y mejor libertador y proveedor que Moisés, que Elías y que David. Pero al ser alimentados por Jesús, el pueblo no entendió que el mayor beneficio que recibían no era el pan sino Cristo mismo. ¡Cuánto se nos olvida que el centro del cristianismo no son los beneficios que recibimos de Dios, sino la comunión con Dios!

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