Jesús: Eterno e inmutable Dios (Hebreos 1:10-12)

El autor de Hebreos una vez más demuestra que Cristo es mayor que los ángeles y ahora lo hace al declarar que Jesús es el inmutable y eterno Jehová. La inmutabilidad de Dios significa que él no puede cambiar por cuanto Él es perfecto. La eternidad de Dios quiere decir que para Él no hay pasado ni presente, sino que vive en un eterno presente. Y estos dos atributos los posee Cristo, por cuanto es Dios verdadero. A la luz de esto, hemos de asombrarnos de que este Dios eterno e inmutable tomó carne para vivir y morir en nuestro lugar. Además, estas verdades nos consuelan, fortalecen y sostienen en medio de este mundo, pues nos hace estar seguros de que su pacto y sus promesas son eternas.

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