Jesús, el inaugurador del gran shabat (Hebreos 4:9-10)

El pueblo de Dios ya goza de un reposo al estar en Cristo y recibir el perdón de pecados. Sin embargo, todavía queda un mayor reposo en el que los cristianos disfrutarán de plenitud de gozo eternamente y para siempre. Y la razón por la que el pueblo de Dios tiene esa esperanza es porque Jesús, por medio de su vida, muerte y resurrección ya ha ganado ese gran reposo o shabat y ha entrado en él. De manera que así como Jesús ahora goza de perfecta comunión con su Padre, el pueblo de Dios gozará de ese mismo deleite en cuerpos de resurrección.

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