¿Has dejado tu primer amor?

El Señor se dispone a enviar 7 mensajes a cada una de las iglesias locales que también son enviados a todas las iglesias hasta que el Señor venga nuevamente. De manera más personal, estos mensajes son enviados a cada uno de nosotros. Cristo, nuestro Señor, que se pasea en cada una de nuestras iglesias, cada uno de estos mensajes son enviados a cada uno de nosotros y peculiarmente hoy vemos un mensaje que es enviado a cada uno de nosotros: la iglesia de Éfeso, establecida en medio de un lugar lleno de mucho pecado recibe aquí este mensaje. ¿Cuál es el mensaje para Éfeso? Primeramente, alaba sus obras, su arduo trabajo, arrojó todas sus fuerzas para Cristo, una iglesia activa que se entregaba constantemente a la obra del Señor, identificada, cuyo trabajo era arduo. ¿Si Cristo se refiera de cada uno? ¿Cuál sería la realidad de cada uno de nosotros?

 En segundo lugar, nuestro Señor alababa su discernimiento, una iglesia que se caracterizaba sana. ¿Realmente somos celosos?

Una tercera cosa es que el Señor alaba su perseverancia. Una ardua labor que no había decaído en su llamamiento que el Señor había dado, una cosa que acuñe a nosotros. Él conoce nuestra iglesia, nuestra labor y reconoce nuestras características y el señor conoce el corazón de nuestra iglesia.

En cuarto lugar, lo que el Señor percibe de esta iglesia, es un abandono. Nuestro Señor Jesucristo señala la plaga que puede evitar que crezcamos saludablemente. ¿Qué significa esto? Ese primer amor que había sido abandonado por nosotros, cómo vivíamos cuando el Señor nos salvó, el esfuerzo, nuestra lectura, lo que agradecíamos a nuestro Señor cuando nos deteníamos cada segundo a meditar en la lectura. ¿Qué pasó con ese amor? Aquí el Señor trae a nuestra mente el primer amor, no un sentimentalismo sino el primer amor.

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