La epístola a los Hebreos es una exhortación a la iglesia de Cristo para que no abandone la fe, sino que se mantenga firme al considerar la supremacía y gloria de Cristo. Los primeros dos versículos nos enseñan que debido a que Dios ha hablado, debemos atender su voz para no retroceder y desviarnos, y mucho más ahora que ha hablado definitivamente por medio de su Hijo. El hecho que Dios nos ha hablado a nosotros sus criaturas es algo sorprendente. Todavía más sorprendente es pensar que Dios ha hablado para llamarnos a tener comunión con Él. Y ahora que en los postreros tiempos ha hablado definitivamente por el Hijo debemos prestar toda atención y aferrarnos a su palabra para no claudicar.