En este sermón Héctor Bustamante nos estará hablando acerca del Parakletos. En este pasaje se nos revela uno de los nombres del Espíritu Santo que más consuelan a los cristianos: el Consolador, que en griego es Parakletos. Jesús le dijo a sus discípulos que rogaría al Padre para que envíe otro Consolador. Algunos piensan que esto implica que el Espíritu Santo solo obraba de una forma externa en los creyentes del Antiguo Pacto, pero que no moraba en ellos. Sin embargo, las Escrituras nos revelan claramente que el Espíritu Santo siempre ha estado con y en su pueblo, porque nadie puede ser salvo si no es engendrado del Espíritu. Entonces, ¿cuál es el aspecto novedoso cuando Jesús dijo que enviaría a su Espíritu a los creyentes? Que el Espíritu toma de las bendiciones que Cristo ha ganado y la aplica a cada uno de los creyentes. Y además, implica una intensificación del derramamiento del Espíritu en los creyentes para que testifiquen del evangelio hasta los confines de la tierra.