El Rey confrontado confrontando (Salmo 4)

El lamento del rey David al ser confrontado por las naciones enemigas nos abre una ventana al alma de Cristo, quien presentaba sus angustias a su Padre y confrontaba a sus enemigos. El Padre ha escogido a Cristo como su Rey y Soberano, y todo aquel que rechaza a Cristo rechaza al Padre. Esto quiere decir que nadie es escuchado por Dios si no se acerca a él por medio de Cristo. Además, este salmo nos enseña que como cristianos solo podemos hallar consolación al presentarnos en el nombre de Cristo al Padre en oración y al buscar la plenitud en Dios y no en las cosas terrenales. Solo poniendo nuestra confianza y esperanza en Dios podremos expresar este lamento triunfante.

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