El Padre busca verdaderos adoradores (Juan 4:16-26)

En este texto, nuestro Señor Jesucristo continúa revelando su persona a la mujer samaritana. Jesús le dice que él es el agua viva y que ella es una mujer sedienta. El Señor le revela su pecado a través de la ley pero ella trata de huir de la luz cambiando el tema de la conversación a la adoración. Jesús aprovecha para demostrarle que ella adora falsamente y en ignorancia. Y le dice que los verdaderos adoradores adoran al Padre en espíritu y en verdad. ¿Qué significa eso? Que la espiritualidad de Dios debe animarnos a adorar, sabiendo que por su resurrección, Cristo se ha convertido en el único templo donde la gloria de Jehová reside en plenitud y por el cual debemos adorar al Padre.

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