Lucas nos narra en este pasaje de su evangelio el acontecimiento más extraordinario de la historia de la humanidad: el nacimiento de Jesús, el Mesías, el Hijo de Dios hecho hombre. Lucas nos muestra, en primer lugar, que este no fue una leyenda o un mito, sino que fue un acontecimiento histórico que ocurrió en los tiempos del Imperio romano y que fue soberanamente ordenado por Dios. En segundo lugar, Lucas nos muestra que fue un acontecimiento condescendiente, pues el glorioso Hijo de Dios tomó sobre sí la naturaleza humana y vino a nacer en pobreza, en un pesebre. En tercer lugar, Lucas relata que el nacimiento de Cristo fue un acontecimiento de impacto universal, pues la venida del Mesías anunciaba la buena voluntad de Dios para salvar a la humanidad perdida. Jesús se encarnó y nació para morir en la cruz a fin de que los pecadores pudiésemos ser reconciliados con Dios y obtener la paz que sobrepasa todo entendimiento.