El Eterno, mi sacerdote (Hebreos 7: 20-27)

El sacerdocio de nuestro Señor Jesucristo es mayor que el sacerdocio levítico, y no hay forma de regresar al sacerdocio levítico, el autor de la carta a los Hebreos da dos razones por las cuales el sacerdocio de Cristo es mayor, una es un atributo que ningún otro sacerdote poseía y en segundo lugar es el carácter moral.
En la exposición de hoy el pastor se enfoca en el atributo de Cristo «verdadero hombre y verdadero Dios», el sacerdocio de Cristo permanece por la eternidad e intercedo por nosotros, pues no cesa y ese eterno amor. Acerquémonos a Él, pues el sacerdote que necesitamos es de uno, que no duerme, uno que tiene gracia abundante, uno que no deja de interceder por nosotros, Él vive para siempre seamos consolados, clamemos a Él, pues Él lo hará por nosotros.

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