El Cordero de Dios (Juan 1:29-34)

Tenemos predicada en un solo versículo la persona y obra de Cristo: “He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”. Juan el Bautista fue quien expresó tan sublimes palabras. La pregunta es, ¿qué es lo que entendía Juan cuando veía al Cordero caminar hacia él? Vio el cumplimiento y la máxima expresión de los corderos sacrificados en el antiguo pacto, pero además vio en Jesús la esperanza del mundo. Cristo es el único Cordero de Dios que por la excelencia de su persona y obra quita el pecado, no en parte, sino por completo.

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