De los que maman fundaste la fortaleza (Salmo 8)

En este Salmo de acción de gracias, David está alabando a Dios y al mismo tiempo está confesando su fe. Al meditar en la creación, David recuerda que en el principio Dios puso a Adán como rey para que gobernara sobre la tierra. Pero David se sorprende de que ahora a él le corresponde ese gran privilegio de ser el representante de Dios por el cual va a aplastar a sus enemigos. No solo eso, David está confesando su esperanza de que nacería un bebé que sería un rey coronado de gloria y de honra. Ese bebé que nació en debilidad fue el Señor Jesucristo, el Rey de reyes y Señor de señores.

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