En este sermón Héctor Bustamante nos estará hablando acerca de la tercer persona de la Divinidad, el Espíritu Santo. El Señor Jesús quiere consolar a sus discípulos al prometerles que vendría otro consolador. Un consolador es más que una persona que da animo a otro. Es uno que se para al lado de otro para sostenerlo. Y eso es lo que es el Espíritu Santo para su iglesia. El Espíritu Santo no es una mera fuerza o poder, es una persona real y de la misma esencia del Padre y del Hijo. Y su nombre propio nos revela que es un espíritu violento y poderoso que no solamente creó, sino que ahora re-crea y transforma a los hombres. La iglesia es el lugar donde se mueve el Espíritu Santo para aplicar su palabra a los corazones de los creyentes y de los incrédulos, trayendo salvación al perdido, edificando al cristiano y convenciendo de pecado al hipócrita.