La vida de los creyentes no estará ausente de días de dificultad y tribulación. Y una de las tentaciones que pueden llegar en esos momentos es a «escapar al monte cual ave», es decir, confiar en nuestros propios recursos o sabiduría y huir de los problemas por medio de pecar. Pero en lugar de huir de las circunstancias, este salmo nos muestra el ejemplo de David, quien confiaba en el Dios que reina y no ignora los sufrimientos de su pueblo, pero que también es justo y dará el pago a los malvados. Este salmo también nos señala a Jesús, quien en los días de angustia no cedió ante la tentación de huir del sufrimiento por medio de pecar, sino que puso en Dios su confianza y esperanza.