El único poder que puede rescatarnos del reino del pecado y ayudarnos a vivir de una manera santa es el espíritu de Dios. En Romanos 6 al 8, Pablo aborda el tema de cómo vivimos librados de la ira de Dios. En estos pasajes, Pablo aborda un orden de manera clara de cómo el poder para vivir de una manera santa es la justicia de Dios, justicia que se nos da en Cristo. Pablo empieza a hablar de cómo debemos vivir una manera santa y el poder está el Espíritu de Dios. Estos pasajes nos hablan claramente de la relación entre la justicia de Dios y el Espíritu de Dios en los capítulos 6 al 8 y nos demuestran que la venida del Espíritu es un resultado de la justicia de Dios. El pastor Waldron por medio de cuatro pasos, nos demuestra la exposición de su tesis.