Muchas veces solemos tener una idea equivocada del ministerio en la iglesia y pensamos que solo los que son pastores o diáconos tienen la responsabilidad de servir mientras los demás miembros solo reciben y son beneficiados. Sin embargo, 1 Pedro 2:5 nos dice que la iglesia es una «casa espiritual y sacerdocio santo», en donde cada uno de los creyentes tiene la responsabilidad de servir en amor a los demás.