El cuarto párrafo del capítulo 18 de la Confesión de Fe de 1689 se puede dividir en dos partes. La primera explica que, aunque la seguridad de salvación no puede perderse totalmente debido a que es un fruto de la fe verdadera, sí puede llegar a zarandearse, disminuirse o interrumpirse. Luego pasa a describir cuatro razones por las cuales sucede esto. La segunda parte enseña cómo se puede restablecer la seguridad de salvación. El párrafo termina con una advertencia para que los cristianos teman ante la idea de perder la seguridad de salvación; y unas palabras de consolación al mencionar que los verdaderos creyentes son preservados de caer en total desesperación.