Introducción
La reconciliación en un matrimonio debe ser un estilo de vida, no solo la respuesta que das cuando las cosas van mal… Si tú eres un pecador casado con una pecadora (y lo eres), entonces es muy peligroso y potencialmente destructivo que se permitan ser negligentes como pareja. Simplemente no pueden vivir juntos un día en el cual un acto de desconsideración, egoísmo, enojo, arrogancia, justicia propia, amargura o deslealtad muestre su horrible cabeza.
Ladrillo a ladrillo

• La totalidad y el carácter de nuestra vida está conformada de pequeños momentos.
• Le damos poca importancia a esos pequeños momentos debido a que son pequeños, pero en realidad esa es la razón por la que son tan importantes.
• Las cosas no se complican en un matrimonio de forma instantánea.
• Un buen matrimonio no es un regalo misterioso.

La reconciliación en el día a día: ¿Qué significa esto?

• Si estamos abordando el matrimonio desde una perspectiva redentora, hay un elemento que es vital y que conforma la columna vertebral de todo lo que estaremos estudiando. Se trata de la necesidad de la reconciliación, no como un evento único, pero como un estilo de vida.

La reconciliación matrimonial como una manera de pensar

Un estilo de vida de reconciliación en el ámbito del matrimonio está fundamentado en tres perspectivas esenciales de la sabiduría, que juntas tienen que convertirse en la mentalidad de un matrimonio sano:

1) Tienes que vivir tu matrimonio con una mentalidad de cosecha. (Gálatas 6:7)
2) Tienes que vivir tu matrimonio con una mentalidad de inversión. Mateo 6:19-33
3) Tienes que vivir tu matrimonio con una mentalidad de gracia.

El compromiso diario de un estilo de vida de reconciliación

1) Nos entregaremos a un estilo de vida de confesión y perdón.
2) Haremos del crecimiento y el cambio nuestra agenda diaria.
3) Trabajaremos unidos para edificar un vínculo robusto de confianza.
4) Nos comprometeremos a cultivar una relación de amor.
5) Negociaremos nuestras diferencias con aprecio y gracia.
6) Trabajaremos para proteger nuestro matrimonio.