Lección 4: Recitando la biblia y los credos históricos

¿A qué nos referimos con recitar la biblia, los credos y las confesiones? Por la Biblia nos referimos a citar algunas porciones como la ley, el Padre Nuestro y otras porciones de manera regular en nuestra adoración, las cuales están en armonía con cierta parte de nuestra adoración con el propósito de saturar nuestra adoración con la palabra. Los credos son un resumen de todo el mensaje de las escrituras. Al ser una iglesia confesional, este no debería ser problema, pues la retención de los credos y confesiones es una práctica histórica de la iglesia.
Hoy las iglesias están afanadas por métodos disimulados y tienen cursos al respecto; y aunque no digo que eso esté mal, han olvidado las antiguas formas con sólida enseñanza de la palabra, estudios teológicos, comunión local, oración y memorización de credos. Los credos y confesiones nos recuerdan que nosotros no somos el centro del universo ni somos nosotros quienes definimos cómo debemos vernos a nosotros mismos. La confesión de credos fortalece nuestra unidad con la iglesia universal y con la iglesia local. Comencemos por analizar cómo esto fortalece nuestra iglesia local.
¿Por qué la iglesia reformada cuando se apartó de Roma no dejó de usar credos y confesiones, sino que debemos tener nada que no esté mandado en las Escrituras? La razón es que ellos vieron la confesión de Fe como algo incluido dentro del mismo acto de orar y después fue entendido, cuando el canto se introdujo más claramente, como un acto semejante al canto de himnos, Por lo tanto, la confesión pública es una forma pública de oración de las iglesias. Es por eso que desde muy temprano hubo credos y confesiones, por ejemplo: 1 Timoteo 3: 15 – 16, filipenses 2: 5 – 7.

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