La unión mística: Seguros en Cristo, preservados y perseverados

Otro de los beneficios que como cristianos tenemos de estar unidos a Cristo es ser preservados hasta el fin. Al estar unidos a Cristo y pertenecerle, somos receptores del amor y la protección del Padre. Tenemos la seguridad de que nunca vamos a caer definitivamente. Además, nuestra seguridad es firme porque Cristo ya la compró y él nos da de su vida y de su victoria. Esto implica dos cosas: por un lado, somos preservados hasta el final, y por otro lado, perseveraremos dando fruto en nuestra vida por la obra continua del Espíritu de Cristo. De manera que el cristiano es guardado por la poderosa obra del Dios Trino.

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