La adopción es otro de los beneficios que los cristianos obtienen al ser unidos a Cristo por la fe. Esa adopción Cristo la ganó en virtud de su obra como Mediador. Jesús cumplió perfectamente la voluntad del Padre, siendo obediente hasta la muerte, y al resucitar recibió la adopción como Mesías Salvador al ser declarado Hijo de Dios con poder. ¿Qué implicaciones tiene esta adopción que tenemos en Cristo? Implica que ahora tenemos una nueva identidad y formamos parte de la familia de Dios; además vamos siendo transformados a la imagen del Hijo y participamos de una nueva relación estrecha con el Padre. Finalmente, la adopción nos asegura de la herencia que recibiremos.