El propósito de esta lección es mostrar la unidad de la revelación de la personalidad y deidad del Espíritu Santo desde el Antiguo Testamento hasta el Nuevo Testamento. Aunque no podemos construir toda la doctrina del Espíritu Santo desde el Antiguo Testamento, sí podemos notar que hay suficiente luz como para declarar que este Espíritu de Jehová es Dios y es una persona distinta, lo cual es plenamente esclarecido en el Nuevo Testamento. El Espíritu Santo es una hipóstasis en el único Dios verdadero, es una persona distinta, y esta persona no es menos Dios que el Padre, ni menos Dios que el Hijo, son igualmente Dios, pero distintas personas.