Aunque la lección anterior trató sobre la omnipresencia de Dios, es necesario abordar el tema particular de la presencia de Dios, es decir, del conocimiento de Dios respecto a las cosas futuras, porque existen (y han existido a lo largo de la historia) muchos cristianos que debido a su concepto del libre albedrío contrario a las Escrituras se ven obligados a modificar su concepto de la presciencia de Dios. ¿Cómo entonces debemos entender el conocimiento de Dios respecto a las cosas futuras? Debemos tener en cuenta que por un lado el conocimiento de Dios no es discursivo, sino inmutable y eterno, y por otro lado las decisiones de los hombres siguen siendo libres, pero Dios no conoce las cosas porque sucederán, sino que suceden porque Dios las conoció. Dios conoce las cosas futuras debido a que todo pasa de acuerdo a su decreto, aunque no lo comprendamos y sea misterioso para nosotros, el decreto de Dios no elimina nunca la responsabilidad del hombre. Seamos bíblicos y mantengamos ambas verdades.