El último atributo de las Escrituras que estudiaremos es su perspicuidad o claridad. Por este atributo nos referimos a que la Biblia es suficientemente clara para guiarnos en el camino de la salvación y en todas las cosas que son necesarias para la obediencia. Sin embargo, es necesario aclarar que la claridad de las Escrituras no quiere decir que todos los pasajes de la Biblia son igualmente fáciles de entender, o que no necesitemos de pastores y maestros en la iglesia. La claridad de las Escrituras, por otro lado, nos anima a escuchar la viva y clara voz de Dios en la Biblia para conocer su voluntad y agradarlo a él.