La iglesia y el estado

Una de las vocaciones del cristiano es ser ciudadano y es importante entender cómo debemos conducirnos en esta esfera de autoridad. El capítulo 24 de la Confesión de Fe de 1689 titulado “De las autoridades civiles” nos explica que la iglesia y el estado son dos esferas de autoridad separadas las cuales no se deben mezclar. Ambas reciben su autoridad de Dios y tienen propósitos distintos. La iglesia tiene propósitos directamente espirituales relacionados con el pueblo de Dios y la salvación de los pecadores. El estado tiene propósitos terrenales en el manejo de la sociedad, el guardar la paz y su prosperidad. En este estudio veremos un breve desarrollo histórico de esta doctrina y la enseñanza bíblica de ello.

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