La fidelidad de Dios

La Biblia testifica abundantemente de la fidelidad de Dios, esto es, que el cumple lo que promete. Y esto no solo lo vemos en sus declaraciones explícitas sino también a través de la historia de la redención, por ejemplo, en la vida de Abraham y el pueblo de Israel. Pero donde la fidelidad brilla como en ningún otro lugar es en Cristo, porque en él las promesas de Dios en el Antiguo Testamento llegaron a cumplimiento. Y Cristo, siendo la verdadera imagen del Padre, mostró a través de su ministerio una gran fidelidad. La fidelidad de Dios produce una fuerte seguridad y confianza en el creyente, así como un deseo de mostrar fidelidad a su Señor.

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