La cesación de la revelación

Este párrafo nos dice que «las Santas Escrituras [son] sumamente necesarias, habiendo cesado ya aquellas maneras anteriores por las cuales Dios reveló Su voluntad a su pueblo». La forma en la que hoy podemos escuchar y conocer la voz de Dios es por medio de las Santas Escrituras. Actualmente ya no hay más revelación especial por cuanto ya no hay apóstoles, ya no hay más don profético y ya no hay más don de lenguas. Esto es lo que se conoce como cesacionismo (a diferencia del continuismo). Es importante aclarar que afirmar que la revelación de Dios ha cesado y que el don de milagros ha cesado, no quiere decir que neguemos la existencia de milagros y que oremos para que Dios los haga.

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