¿Están obligados los cristianos a guardar la ley?

La pregunta que da título a esta enseñanza no puede ser contestada con un simple “si” o “no”. Necesitamos hacer una distinción adecuada entre la ley y el evangelio para no mezclarlos ni caer en grandes errores como el legalismo o el antinomianismo. Para ello, nos enfocaremos en los párrafos 6 y 7 del capítulo 19 de la Confesión de Fe de 1689. Por un lado, los cristianos no están obligados a guardar la ley de Dios como un pacto de obras. Sin embargo no estamos muertos a la ley como el estándar de conducta que los creyentes deben seguir. Es por ello que afirmamos que el evangelio y la ley son distintos pero no contrarios.

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